29 de mayo de 2007

Fantasmas y Aparecidos

El siguiente artículo fue publicado el 19 de Agosto de 2006 en la Revista Investigación dentro de la Serie "La Torre del Misterio" de Fermín Castro*, el lugar donde la Historia y el Misterio se dan la mano...

Hoy traemos un tema muy apropiado para esta Torre de sueños y recuerdos: los fantasmas. La ciencia tiene un punto de vista lapidario sobre este asunto.

¡Los fantasmas no existen! Afirman golpeando la mesa. Bueno, la ciencia no es la Verdad, la ciencia es uno de los caminos del hombre hacia el conocimiento. A veces no siempre es un camino correcto y hay que desandar lo andado para regresar a la senda real. ¿Cuántas veces la ciencia a negado realidades por el mero echo que atacaban y destruían teorías centenarias?
Recordemos a Miguel Servet, Giordano Bruno, Galileo Galilei, Marie Curie, etc. Herejes de la ciencia que abrieron nuevas sendas a la realidad.

En 1882 la Sociedad para la Investigación Psíquica en Londres (Society for Psychical Research) realizó un censo de alucinaciones, una encuesta realizada con método científico donde se preguntaba al encuestado si había tenido encuentros con fantasmas. La encuesta, realizada por doctores y científicos, encontró que el 10% de los encuestados había tenido alguna experiencia de esta naturaleza. Si hoy realizáramos una encuesta parecida nos sorprendería el número de personas que reconocerían haber experimentado una visión fantasmal. Esta realidad estadística necesitaba una explicación.

Seamos sinceros, con todo el peso de la ciencia en una mano seguimos negando que el ser humano sea un simple accidente bioquímico. Conozco a numerosos científicos, hombres de lógica y razón que no tienen escrúpulos en reconocer la existencia del alma en el ser humano. Este es uno de los grandes pilares con lo que se ha construido la Historia de la Filosofía, es decir la dicotomía espíritu y materia de cuya síntesis intuimos la Verdad Real. No es este el momento para adentrarnos en este delicioso vericueto, pero nos sirve como trampolín para abordar sin prejuicios el tema de hoy.

A finales del siglo XIX algunos científicos reconocieron la realidad del fenómeno de la fantasmogenesis e intentaron encontrar una explicación “natural”. Apuntaron que las apariciones podían ser el resultado de un acto telepático. La mente estaría tras estas apariciones. El primero que apuntó esta solución fue Edmund Gurney, uno de los miembros que participaron en el famoso censo de alucinaciones. Esta explicación “científica” adolece de tomar un agente (la telepatía) que aun no es reconocida científicamente como real. Este era un callejón sin salida.

El gran investigador Frederick Meyers afirmaba que los fantasmas se hallaban más allá del espacio, en un lugar donde nuestras leyes físicas no son aplicables. La materia se encuentra separada del espacio y del tiempo. Para Meyers los fantasmas no son realidades materiales sino psíquicas.

Obsérvese que los científicos habían empezado a polemizar no sobre la existencia o no de los fantasmas, sino sobre su naturaleza. Hombres y mujeres con la cabeza muy bien amueblada dedicaron parte de sus vidas a estudiar este fenómeno. La literatura sobre fantasmas es abrumadoramente extensa y numerosa.

Los fantasmas no son necesariamente la aparición desencarnada de los muertos. Esto a muchos os resultará sorprendente. Lo cierto es que son frecuentes las apariciones fantasmales de vivos. Reciben el nombre de bilocación o desdoblamiento y hay en la historia recogidos muchos casos.

Uno de los más conocidos es el del poeta alemán Goethe, que dejó por escrito haberse visto a si mismo paseando en un caballo. La Iglesia recoge en sus anales vaticanos muchos sucesos de esta naturaleza. Así San Antonio de Pádua ofició en dos iglesias distintas a la misma hora en 1226. Alfonso María de Ligorio estuvo presente en la muerte y velatorio del Papa Clemente XIV, al mismo tiempo ¡se encontraba recluido en una cárcel en Arrezó!

La lista de bilocaciones es muy extensa, interesante es el caso del pensionado de señoritas de Neuwelke en Livonie acontecido en 1845, o el extraño caso de Meter Pardal registrado y corroborado por el arzobispo de Upsala en 1850.

La historia de la fantasmogenesis es un jardín sombrío, pero donde abundan extrañas y exóticas flores. Hay algunas que resultan especialmente evocadoras. Así el fantasma de Ana Bolena recorre las estancias de la Torre de Londres atrapada en aquellos sucesos trágicos y violentos. Las personas que poseen la capacidad de la psicometría saben de que hablo.

No podemos terminar nuestra cita con el misterio y la historia sin hacer una mención a uno de los temas más sugerentes de la naturaleza que nos ocupa. Me refiero a las Casas Encantadas. Morada de fantasmas, donde los fenómenos paranormales son muy normales y donde podemos presenciar las apariciones como algo cotidiano, y espeluznante. De entre las miles de casas encantadas registradas, quizás sean la Rectoría de Borley la más famosa e investigada de todas.

Espero que estas líneas os hayan despertado la curiosidad de saber más sobre este tema. Los libros atesoran muchos secretos esperando ser descubiertos. ¿Qué es esa sombra que se mueve por el pasillo?

*Fermín Castro González, nació en Palma del Río (Córdoba - España). Licenciado en Geografía e Historia -Especialidad Historia Contemporánea- ha participado en numerosos cursos de su especialidad y también en talleres literarios. A partir de diciembre de 2005 colabora periódicamente con sus artículos en la Revista Almiar - Margen Cero.

1 comentario:

Juan Garcia dijo...

Si quieres saber cuál es tu filiación intelectual (ateo, agnóstico o creyente) consulta mi blog (http://ateosinnatos.blogspot.com/ )
Saludos cordiales.