11 de mayo de 2007

Los tres pilares de la pareja

Las tres claves de una buena relación de pareja
El terapeuta transpersonal uruguayo Alberto Suarez sostiene que para poder vivir una relación plena de pareja, es necesario que estén presentes tres elementos claves: Química, Afinidad y Compromiso.

Química es la atracción sexual que se experimenta naturalmente entre dos personas y les impulsa a contactarse corporalmente. La Química se da independientemente de que la otra persona coincida o no con el ideal que tenemos. Incluso, generalmente nos enamoramos de alguien que es bastante diferente a lo que imaginábamos como nuestro ideal.

Afinidad consiste en poseer valores, hábitos, intereses y gustos similares y/o coincidentes. Si bien, no es necesario que las dos personas sean idénticas (cosa que por otra parte, seguramente resultaría muy aburrido) sí lo es que sean compatibles, de modo que puedan "encajar" una con la otra. Tal como dice un antiguo koan del Budismo Zen japonés "un ave y un pez podrían enamorarse ¿pero adónde vivirían?"

Compromiso es la voluntad de perseverar en la relación, poniendo todo lo necesario para que ella se fortalezca y crezca. La mayoría de las personas tienden a desvincularse ante la aparición de dificultades. "Me decepcionó", "no era como yo creía", "me harté", etc. suelen ser los comentarios para justificar el permitir que actúe la fuerza enemiga Nº 1" de una relación: la fuerza de la separación. La persona comprometida hace todo lo necesario para corregir en sí misma las carencias, adopta una actitud de comprensión y aceptación ante el otro y continúa apostando a favor del vínculo. Por supuesto que esto tiene un límite y el mismo aparece cuando, habiendo hecho todo lo necesario y posible, la relación continúa mostrándose como pobre o insatisfactoria.

La presencia o ausencia de cada uno de estos tres factores determina la calidad de una relación de pareja
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  • Si existe Química pero no existe Afinidad ni Compromiso, es posible que sea una muy buena relación de amantes pero no una relación de pareja completa. Quienes se unen basándose únicamente en la Química, suelen terminar separados luego de un tiempo.
  • Si existe Química y Afinidad pero no existe Compromiso, la relación puede durar un cierto tiempo pero inevitablemente se derrumbará ante la aparición de dificultades provenientes de las naturales diferencias de personalidades.
  • Si existen Química y Compromiso pero no existe Afinidad, el destino de este vínculo es similar al anterior.
  • Si existe Afinidad pero no existe Química ni Compromiso, las personas podrán ser excelentes amigos y si optan por convertirse en pareja seguramente irán camino al desastre.
  • Si existe Compromiso pero no existe Química ni Afinidad, estamos ante dos "voluntaristas" es decir, ante quienes confían en que serán capaces de convertir a un elefante en una rosa, en cambiar las cosas por medio de su voluntad. Frecuentemente soy consultado por quienes han actuado así y suelen comentarme "no sé porqué mi relación terminó". Mi respuesta suele ser que ello sucedió por una simple razón: porque era una pareja que no estaba cimentada adecuadamente.
  • Si existen Afinidad y Compromiso pero no existe Química, probablemente puedan ser excelentes amigos, pero si se empecinan en ser pareja al poco tiempo comenzarán las crisis.
  • Si existen Química, Afinidad y Compromiso, estamos ante una relación que posee todo el potencial para crecer y perdurar a través del tiempo y las circunstancias.

Los tres pilares del amor
Por su parte, Carlos Cuauhtémoc Sánchez, en su libro "Juventud en Éxtasis", hace un análisis similar donde asegura que los hombres estamos formados por Emociones, Inteligencia y Cuerpo, los tres pilares del amor, y la carencia o debilidad de cualquiera de ellos hará que una relación amorosa se desmorone tarde o temprano, pues en ella no habrá amor verdadero sino un simple capricho.

El primer pilar es la Intimidad Emocional. Se basa en la comunicación profunda, en la cual es necesario ser siempre sinceros y establecer una comunicación tan avanzada al punto de entenderse con gestos, sin necesidad de palabras. Las riñas se disuelven cuando todavía son incipientes, porque al discutir se procura no causar daño. La comunicación profunda les permite no sentirse solos, les da sentido a su mundo interior, propicia la formación de un universo exclusivo y cuando se alejan, ambos piensan y hablan bien del otro. La intimidad emocional es confianza absoluta, complicidad, integración, alianza.

El segundo pilar es la Afinidad Intelectual. Se basa en tener la capacidad de comunicarse íntimamente, llevando un ritmo de lectura similar, de estudio parecido, de trabajo creativo coincidente y una forma similar de raciocinio acerca de los conceptos fundamentales como el trabajo, los valores, la religión, el sexo, la educación de los hijos, el tiempo libre, la organización familiar, etc. La pareja con afinidad intelectual tiene muchas cosas que compartir; se supera en armonía, crece y se ayuda recíprocamente.

El tercer pilar es la Atracción Química. No solo se trata del gusto físico, sino de una chispa que permite ver en la pareja la belleza que otros no pueden ver. Cuando ésta existe, no importa si los demás creen que tu pareja es o no bonita, porque para ti siempre lo es.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante y educativo. Gracias por compartirlo